El sábado, dos Fuertes terremotos, seguidos de multitud de réplicas sacudieron la zona noroeste de Irán. Murieron 300 personas, 3000 sufrieron heridas de diversa consideración, y 16.000 se quedaron sin casa.

Los terremotos, de 6.4 y 6.3 grados en la escala de Richter dañaron los barrios de Ahar, Varzgahan y Harees, en la cuidad de Tabriz. Unos 20 pueblos fueron totalmente destruidos en áreas de montaña, y varios centenares sufrieron daños.

Las operaciones de rescate y salvamento finalizaron el domingo, pues la mayoría de la población había sido ya localizada. Las autoridades confirmaron que la población de las zonas afectadas es muy escasa y dispersa.

De todos modos, se proporciona ayuda humanitaria en campamentos improvisados a las personas que se han quedado sin hogar. La media luna roja iraní ha dispuesto un estadio con 6000 tiendas, y distribuido toneladas de alimentos, agua y medicinas a los damnificados.

Los hospitales siguen colapsados intentando atender a los miles de damnificados de los terremotos.

El presidente ruso Vladimir Putin, ha ofrecido ayuda a Irán durante la crisis. Otros países también se ofrecieron para ayudar, pero el presidente iraní Mahmoud Ahamdinejad rechazó cualquier ayuda alegando que su país puede controlar la situación.

El gobierno iraní ha declarado dos días de luto en la región.